domingo, 18 de abril de 2010

De la practicidad de la huelga lavandera.

La lluvia es piquete
de la huelga lavandera,
el detergente suplica
otra oportunidad,
la lavadora enmudecida
muestra su tambor orgullosa
sin retumbar.

Reivindicamos más tiempo
de margen horario,
embozamos relojes en
el sumidero de la cocina.

El verano pronto volverá
recibiendo los libros prestados.
La ropa interior escasea,
¿llegarán a un acuerdo
sin discutirle al viento?

Los hijos del vecino
de abajo han traído
las pinzas recolectadas
en estos años.

Sobre los vidrios a la
calle, los piquetes
muestran sus armas,
¿es práctico limpiar
las ventanas?

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