domingo, 7 de febrero de 2010

La rutilante historia de un erizo. Fábula de la calzada peinada.


En la tarea del

pinchazo desafío
clavos olvidados
en la calzada de
Guillén de Castro.

Pincho de Tortilla
o entrecot marinado
en un baño de algas
importadas incoloras,
¡ojo al pincho!

Tengo la cabellera
espinada con
púas dirigidas
a ti.

Vendo puntas
ahumadas y
palillos
sintéticos
de uva verdil.


La vida de un erizo
no es fácil,
peinarse

no es gratis.

3 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. y el pito pito gorgorito también es un poema muy bonito! gracias otra vez por el comentario, me alegra te hayas divertido con mi blog, la vida hay vivirla fuera de la monotonía

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  3. Gracias a ti por ser tan benevolente con este iletrado. Me encanta tu blog porque demuestras un estilo personal y fuera de los tradicionales. Gracias

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